Con una valorización que supera los US$ 40,000 millones, la industria musical es una de las más importantes a nivel mundial. Y es que, detrás de nuestras canciones y artistas favoritos, existe una maquinaria que involucra composiciones, contratos, distribución, marketing, derechos de autor, entre otros elementos.
Sin embargo, el negocio musical no ha sido estático, sino que ha evolucionado a lo largo de los años. Desde la invención del fonógrafo, pasando por los discos de vinilo, cassettes, discos compactos hasta la era del streaming, ha habido un largo trecho. Para conocer cómo funciona la industria musical en Perú y el mundo, te invitamos a leer este artículo.
Como todos sabemos, la música es una de las expresiones culturales más apasionantes. Si tienes interés en abordarla desde una perspectiva histórica y académica, la Maestría en Musicología de la Escuela de Posgrado Newman te brindará la formación que necesitas.
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¿Qué es la industria musical?
La industria musical es un amplio ecosistema que involucra a todas las partes que intervienen en la composición, interpretación, grabación, promoción y gestión de piezas musicales, haciendo de este sector un negocio lucrativo.
Tratándose de un universo tan amplio, es acertado decir que existen varias industrias musicales, que se especializan en diferentes áreas, pero guardan relación entre sí. De esa forma, encontramos a las compañías discográficas, fabricantes de instrumentos, plataformas de streaming, promotores de conciertos y, por supuesto, a los propios músicos.
Historia y evolución de la industria musical en Perú
La historia de la industria musical en el Perú ha pasado por varias etapas, desde sus orígenes precolombinos hasta la era contemporánea, que va más de la mano con el contexto internacional, pero añade elementos propios de nuestra cultura.
Haciendo un breve repaso, nos remontamos a la época de los Incas, que utilizaban la escala pentatónica para componer cantos religiosos y de guerra. Luego de la conquista, la influencia europea nos llevó a explorar una amplia variedad de ritmos, lo que motivó el nacimiento de géneros como el vals peruano, el huayno o la marinera.
Ya en la época republicana, la mezcla de estilos tradicionales españoles, ritmos afroamericanos e instrumentos prehispánicos sentaron las bases de la música criolla. Esta etapa, situada a inicios del siglo XX, coincide con el inicio de la radiodifusión y las primeras grabaciones comerciales, por lo que marcan el origen de la industria musical peruana.
Desde entonces, los cambios en la industria musical han sido constantes. El rock, la cumbia, la salsa, el folclore y otros géneros tienen amplia difusión entre los fans, y los artistas pueden llegar a audiencias globales gracias a la disrupción digital.
¿Cómo funciona la industria musical actual?
En la actualidad, una larga lista de personas, negocios y empresas obtienen un beneficio por la explotación en la industria musical. Y si bien el funcionamiento de este sector es complejo, podemos simplificarlo abordando tres categorías.
Música en vivo
Concentra todas las presentaciones que se realizan ante una audiencia, desde una tocada en un bar hasta los grandes festivales como Coachella o Glastonbury. El flujo de ingresos se genera principalmente con la venta de tickets, sumado a los honorarios de los artistas. Las productoras, agentes, auspiciadores, staff y equipo de seguridad también intervienen en la dinámica.
Sector discográfico
Las compañías discográficas se encargan de la grabación, comercialización y distribución de la música, para que los fanáticos puedan reproducirla a través de distintos medios. Entre los gigantes de esta industria encontramos, por ejemplo, a Universal Music Group o Sony Entertainment.
Edición musical
La industria de melodía musical incluye también la participación de editoras, cuya labor es proteger la propiedad intelectual de las piezas musicales, de manera que los autores reciban regalías cada vez que sus obras se utilizan con fines comerciales. Entre las más destacadas encontramos a WMG, UMPG, BMG, etc.
Etapas en la industria de la música
Producir una canción es un proceso que incluye varias etapas. Hagamos un repaso por cada una de ellas.
Composición y desarrollo creativo
En esta primera etapa, el artista crea su obra musical, ya sea por sí solo o con la colaboración de músicos y compositores. El proceso incluye la composición de la letra y la melodía, además de arreglos instrumentales, armonías, experimentación con sonidos, etc.
Acuerdos y financiamiento
Antes de darle forma a una creación musical, es necesario buscar fuentes de financiamiento que cubran costos como el estudio de grabación, viáticos, remuneraciones, etc. Esta labor incluye negociar contratos con sellos discográficos, y el responsable de ello suele ser un productor musical.
Elaboración y grabación
También conocida como la fase de producción, consiste en convertir la composición en una pieza musical, con voces e instrumentos. La elaboración también incluye ajustes de postproducción, como mezclas, afinaciones y efectos, seguido por la masterización, para garantizar un sonido de alta calidad.
Publicación y derechos de autor
A medida que la producción va tomando forma, es importante asegurarse de que esta no infrinja derechos de autor o que, en todo caso, cuente con la licencia correspondiente. Este paso es fundamental cuando el tema es un cover o utiliza samples extraídos de otras canciones.
Distribución de contenidos
A través de la distribución, las grabaciones son puestas a disposición del público, a través de medios físicos y/o digitales. Si bien este proceso solía requerir un contrato con una discográfica, hoy los artistas pueden gestionarlo a través de distribuidores, que cobran una cuota a cambio de llevar las canciones a las principales plataformas (como Spotify).
Venta y promoción
El último paso consiste en hacer que la música llegue a la mayor cantidad de personas posible, ya sea a través de la venta de discos, reproducciones en streaming, entre otros medios. El trabajo de promoción musical tiene por objetivo ganar visibilidad, para lo cual es frecuente recurrir a los medios radiales o televisivos, además del uso de redes sociales.
¿Cómo entrar en la industria musical?
Si tienes talento para el canto, eres un buen compositor o dominas algún instrumento, es probable que en algún momento te hayas preguntado cómo empezar en la industria musical como artista. Pues bien, no siempre es una tarea sencilla, pero existen algunos elementos que puedes tener en cuenta para acercarte a tu objetivo.
Uno de los primeros pasos consiste en desarrollar tus habilidades. Adaptar temas existentes a tu propio estilo o componer melodías originales te ayudará a ganar confianza. Puedes hacerlo a través de un centro de formación profesional, o por tu propia cuenta, como muchos artistas.
Una vez que te sientas preparado, puedes lanzar música a través de diferentes plataformas digitales, que en la actualidad son de fácil acceso. Aquí entra en juego el networking, lo que implica establecer conexiones con profesionales de la industria para acceder a nuevas oportunidades, como presentaciones en vivo o contratos con discográficas.
Por supuesto, estas oportunidades no llegan de la noche a la mañana. Además de hacer música, debes dedicar un tiempo para desarrollar una marca personal, lo que implica dar un uso profesional a tus redes sociales y destacar tus elementos más distintivos. Todo ello te será útil para ganar seguidores, quienes a futuro podrían convertirse en fanáticos de tu música.
Conclusión
La industria musical ha experimentado cambios profundos a lo largo del tiempo, adaptándose a nuevas tecnologías y formas de consumo. Ya sea a través de la música en vivo, la grabación o la distribución digital, este sector sigue evolucionando y ofreciendo oportunidades para artistas y profesionales apasionados.
Con un enfoque en el desarrollo del talento, la gestión de la propiedad intelectual y la utilización de plataformas digitales, es posible prosperar en este fascinante mundo