Entre los trastornos del aprendizaje más habituales encontramos a la dislexia, cuyo origen es neurobiológico y afecta -según se estima- a uno de cada diez niños a nivel mundial. En este artículo te daremos algunos alcances sobre cómo tratar la dislexia a través de terapias y tratamientos acordes a la edad de cada paciente.
Recuerda que, para comprender mejor esta condición desde la ciencia, se requiere de una formación especializada. Estudios como la Maestría en Neuroeducación, que ofrecemos en la Escuela de Posgrado Newman, te dotarán de las capacidades necesarias para diagnosticar y tratar la dislexia, así como otros problemas cognitivos como el déficit de atención o la hiperactividad.
Antes de centrarnos en cómo se puede tratar la dislexia y cuáles son las terapias para dislexia más efectivas, veamos en qué consiste exactamente este trastorno y cómo se clasifica.
¿Qué es la dislexia?
Entonces, ¿qué es la dislexia y cómo se puede tratar? La dislexia es un trastorno específico del aprendizaje, que se caracteriza principalmente por generar dificultad para leer, escribir e inclusive pronunciar palabras.
Aunque es considerada como una discapacidad, es necesario recalcar que la dislexia no representa un problema a nivel intelectual, y puede presentarse en personas con niveles de inteligencia, visión y audición normales. Se cree que, en realidad, esta condición tiene su origen en una alteración del neurodesarrollo.
Los estudios sostienen que el síntoma central de la dislexia es la dificultad para decodificar el contenido de un texto y elaborar un significado. Como consecuencia, los pacientes experimentan problemas de comprensión, retención a corto plazo, noción del espacio-tiempo, entre otros.
¿Cómo se hace un diagnóstico de la dislexia?
Los tratamientos para mejorar la dislexia deben partir de un diagnóstico preciso, realizado por un profesional calificado. La evaluación puede incluir varias áreas, incluyendo:
- Información preliminar: Vinculaciones genéticas o antecedentes familiares, patrones de conducta, problemas de aprendizaje, etc.
- Cuestionarios: Incluye evaluaciones enfocadas en habilidades de lectura y ortografía.
- Lenguaje oral: A través de estas pruebas, se identifica la capacidad del paciente para escuchar y comprender el habla, así como la de expresarse a través de las palabras.
- Reconocimiento de palabras: Se aplica haciendo que el paciente lea palabras individuales sin necesidad de ayuda.
- Automaticidad y fluidez: Es una prueba dirigida principalmente a niños pequeños, y ayuda a determinar la velocidad con la que procesa la información visual o auditiva.
- Evaluación psicológica: El especialista puede hacer preguntas para descartar problemas de salud mental como ansiedad, depresión, etc.
Tipos de dislexia
Debido a su variedad de síntomas, los expertos suelen clasificar la dislexia en varios tipos. Estos son los más comunes:
- Dislexia fonológica: Es el tipo de dislexia más común, y se expresa en dificultades para decodificar las palabras a través de los sonidos. Esto se traduce en errores de ortografía, lectura poco fluida o problemas para leer en voz alta.
- Dislexia superficial: Se caracteriza por un funcionamiento errático de la ruta léxica, es decir, la capacidad de reconocer palabras escritas o comprender su significado. Es muy frecuente la confusión entre letras con apariencia similar, como la “b” y la “d”, o la “p” y la “q”.
- Dislexia mixta o profunda: Se produce cuando las dificultades de lectura se dan tanto a nivel visual como auditivo. En estos casos predominan los errores semánticos, que consisten en reemplazar una palabra por otra que no tiene similitud visual, pero sí de significado (por ejemplo, leer “casa” como “hogar”.
Tratamiento de la dislexia
Si te preguntas cómo mejorar la dislexia, lo primero que debes saber es que no tiene cura, ya que no es una enfermedad, sino un trastorno del aprendizaje. La buena noticia es que, con el tratamiento adecuado, los pacientes pueden mejorar de forma sustancial sus habilidades de lectoescritura y procesamiento del lenguaje.
Las intervenciones enfocadas en cómo superar la dislexia deben ser tempranas para lograr una mejor eficacia. Es por ello que las principales técnicas están orientadas a niños en edad escolar.
Técnicas para el aula
Los docentes pueden utilizar algunos recursos para tratar la dislexia en el aula. Por ejemplo:
- Sesiones de lectura guiada con grupos pequeños.
- Uso de separadores o cintas de colores para facilitar la lectura.
- Presentación de textos en letras grandes.
- Otorgarles tiempo adicional para que realicen ejercicios de lectura y escritura.
- Juegos didácticos que ayuden al alumno a reconocer el sonido de las palabras.
Técnicas para implementar en casa
Los padres que se preguntan cómo tratar la dislexia en casa en favor de sus hijos, pueden probar estas actividades:
- Lectura de cuentos en voz alta, dando énfasis en la tonalidad de las palabras.
- Ayudar al niño a dividir sus tareas en tramos cortos.
- Juegos sencillos como rimas, trabalenguas o deletreos.
- Ver contenido audiovisual (como películas) con subtítulos.
- Felicitar sus esfuerzos y motivarlo a que continúe mejorando.
¿Cómo tratar la dislexia según la edad de la persona que la sufre?
Si te preguntas cómo tratar la dislexia en adultos, notarás que los métodos que se emplean difieren de los que se usan con los niños o adolescentes. Ello ocurre porque los profesionales en Neuropsicología establecen diferentes tratamientos en base a la edad de los pacientes.
Dislexia infantil
Las respuestas a cómo tratar la dislexia infantil se centran en programas educativos enfocados en la estimulación lectora, a través de terapias adaptadas a las necesidades de cada niño. Estos procesos pueden variar entre uno y otro, pero se caracterizan por su enfoque multisensorial que incluye terapias visuales y auditivas. Los padres participan ofreciendo apoyo emocional.
Adolescentes
En ocasiones, los síntomas de dislexia pueden manifestarse después de la niñez, cuando las exigencias a nivel académico son mayores. Los métodos sobre cómo tratar la dislexia en adolescentes involucran programas de lectura más avanzados y con elementos tecnológicos, que incluyan funciones de conversión de texto a voz y viceversa.
Adultos
Muchas personas conviven con los síntomas de la dislexia sin tratamiento hasta la edad adulta. Aunque no es el escenario más óptimo, es posible aplicar una serie de métodos para reducir los síntomas, enfocados principalmente en el fortalecimiento de capacidades cognitivas, con un alto nivel de personalización.
Terapia para la dislexia
Si en algo coinciden todas las terapias para la dislexia, más allá del grupo etario al que van dirigidas, es su enfoque en el reconocimiento de sonidos y letras que componen las palabras (fonemas y fonética), además del trabajo en comprensión lectora, fluidez y acumulación de vocabulario.
Para lograr un resultado satisfactorio, la clave está en abordar el problema de forma temprana con la ayuda de profesionales especializados en áreas como la psicología, pedagogía o neurología. A través de una intervención multidisciplinaria, es posible obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.